Punto G

Duende Feliz | 01.08.2012

Punto G


El punto G (4) se localiza entre 2.5 a 7.6 cm dentro de la vagina, entre la uretra (6) y el pubis (2).
El Punto Gräfenberg, a menudo también conocido como Punto G, es una pequeña zona del área genital de las mujeres localizada detrás del pubis y alrededor de la uretra.1 Algunas mujeres informan que se trata de un área erógena la cual, una vez estimulada —ya sea la uretra esponjosa o parte de ella—, puede llevar a la excitación sexual fuerte, poderosos orgasmos y la eyaculación femenina.2 El punto Gräfenberg, como es tradicionalmente descrito, se localiza entre 2.5 a 7.6 cm desde la abertura vaginal y la uretra hasta la parte frontal (anterior) de la pared vaginal3 y es una zona sensible que puede ser parte de la próstata femenina.4
Aunque el punto G ha sido estudiado desde la década de los 40,5 persiste el desacuerdo en cuanto a la definición y localización sobre su existencia como una estructura distinta.6 7 8 Un estudio británico realizado en 2009 concluyó que su existencia no está comprobada y es subjetiva, basándose en cuestionarios y experiencias personales.7 Otros estudios, usando ultrasonido, encontraron evidencia fisiológica del punto G en las mujeres que declaran haber tenido orgasmos durante el coito.7 9 Existe también la hipótesis de que el punto G es en sí una extensión del clítoris y que esto es la causa de los orgasmos vaginales.8 10 11 12
Sexólogos y otros investigadores han concluido que las mujeres pueden considerarse disfuncionales en caso de no haber experimentado el punto G.13 14 15 Gran cantidad de mujeres han sido sometidas a un procedimiento de cirugía plástica llamado «amplificación de punto G» para aumentar su sensibilidad.5
El punto G masculino, a diferencia del femenino que es rugoso y que se achica y se agranda haciéndose difícil de encontrar, el masculino decía, se halla en un lugar mucho más determinado: la próstata.

Y está ubicado exactamente a cinco centímetros de la entrada del ano, sobre la vejiga.
Chicas, es una protuberancia del tamaño de una nuez que, haciendo presión como si se intentara tocar el pene desde adentro del cuerpo del caballero, debe ser fácil de encontrar y estimular.

Dicen que el adecuado toqueteo de la próstata provoca orgasmos más intensos, o diferentes, mayor excitación, erecciones más poderosas, eyaculaciones más potentes. No es un efecto mágico ni instantáneo, hay que atender simultáneamente la erección en cuestión. Hasta ahí la cosa es prometedora. El único problema es que los hombres, en general, temen que ir en busca del punto G los convierta en aprendices de homosexuales.

Lo cierto es que sin excitación previa, la estimulación de la próstata sólo produce la secreción de líquido prostático, lo que no es realmente algo muy parecido a una eyaculación explosiva.
Tranquilidad a la población: no es como tocar un botón y tener un orgasmo involuntario.


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