Lesbianismo

28.07.2012 21:42

LESBIANISMO Aunque la sociedad actual establece la heterosexualidad (las relaciones entre un hombre y una mujer) como la norma, la sexualidad humana es mucho más compleja y existen muchas más opciones aparte de la heterosexual, que es la que solemos ver en las películas, en nuestras familias, en el entorno, en la literatura, en la televisión, etc. Algunas mujeres, en algún momento de sus vidas o desde siempre, se han sentido atraídas hacía otras mujeres y se han identificado como lesbianas por su orientación sexual. También hay mujeres que se sienten atraídas por hombres y por mujeres (bisexuales) y otras sólo por hombres. Para las lesbianas, puesto que nadie les ha facilitado entender que la atracción sexual natural puede darse entre personas de igual o de distinto sexo, (como ya se verifico a raíz de los estudios de Kinsey en EEUU, en los cuales el 13% de las encuestadas había tenido relaciones homosexuales satisfactorias), la aceptación e integración de sus preferencias sexuales es mucho más difícil y problemática. Si a la discriminación por ser mujer se le suma la de ser homosexual, es fácil comprender la “complejidad” e “invisibilidad” del lesbianismo en la sociedad actual. Por un lado la mujer homosexual, en un primer momento, cuando se sensibiliza y es consciente de que le gusta o se siente atraída por otra mujer, puede estar llena de confusiones y dudas que la lleven a aislarse y sentirse distinta a las demás mujeres e incluso a veces culpable (muchas lesbianas han llegado a suicidarse por no aceptarse como tales). Con el tiempo y sobre todo si se cuenta con la información y el apoyo necesario, es posible que esta mujer se autodefina como homosexual (si lo cree conveniente) y que lo acepte e integre de manera adecuada en su vida. En muchos casos, la mujer lesbiana puede no integrar su orientación sexual debido a una homofobia interiorizada, a la educación recibida en su familia y a otros factores sociales que impiden que la persona acepte con naturalidad su tendencia sexual. En estos casos, las mujeres pueden pasar por fases de depresión, odio hacía si mismas, baja autoestima, insatisfacción y dificultad para encontrar una pareja adecuada, todo por pensar que la homosexualidad es una enfermedad, que no es natural y que es reconducible o fácil de reprimir para llegar a ser “normal”, pensamientos todos ellos absurdos y fruto del desconocimiento y la ignorancia en materia de sexualidad (la homosexualidad ha existido desde siempre y las personas homosexuales son tan sanas como cualquier otra). Informarse, construir una buena autoestima y destruir los prejuicios y estereotipos fruto de la homofobia, son las pautas a seguir para llegar a integrar y aceptar la orientación sexual de forma satisfactoria. Si una mujer lesbiana y evita situaciones en las que hay que hablar de la vida privada, controla lo que dice acerca de sí misma, cultiva una imagen heterosexual o asexual, se distancia de todo aquello que suena a homosexual e incluso llega a inventarse un novio o un marido, puede llegar a padecer una constante tensión y ansiedad que la lleven a la limitación de sus posibilidades y de su capacidad de hacer feliz y sentirse bien. Salir del armario y preparar a la sociedad para la aceptación de otros comportamientos sexuales distintos al establecido como estándar, es una asignatura pendiente de cara a facilitar que las mujeres lesbianas, sufran menos y nos ayuden a comprender la diversidad como algo positivo y valioso. Si estás atrapada en sentimientos ambivalentes, tienes dudas, piensas que podrías ser lesbiana, alguien de tu familia o una amiga lo es, lo eres y no lo llevas del todo bien, etc. puedes ponerte en contacto con asociaciones donde encontraras información y apoyo. -Libros de autoayuda: Más que amigas de Jennifer Quiles (para ellas) y Papá, mamá, soy gay (para padres).