¡Ayúdale a ser un buen padre!

01.08.2012 10:33

 

En la actualidad, los roles y funciones desempeñados por hombres y mujeres dentro del ámbito familiar son muy distintos a los que se asumían en otras épocas. Y esta transformación se ha acelerado sobre todo con la irrupción de la mujer en terrenos laborales y profesionales que hasta hace muy poco le eran vedados. 
 
Como consecuencia, nuestras tareas como mamás y papás están más compartidas y ellos, nuestros compañeros, están descubriendo con regocijo que ya no se les pide que se preocupen solamente por asegurar económicamente la manutención de sus hijos, sino que ahora pueden experimentar también el placer de darles el biberón, y mil vivencias más, todas ellas incluidas en el marco de la afectividad y la intimidad familiar. Es decir, que los hombres también se encuentran con el reto de descubrir un territorio que hasta ahora se consideraba del ámbito principalmente femenino. 
 
Claro que no es tarea fácil para los nuevos papás porque al ser los pioneros en esta avanzadilla no tienen modelos y normas de conducta fijas que les sirvan, así que tienen que ser creativos en su nuevo papel. Pero nosotras podemos echarles una manita, pues en este campo empezamos a practicar desde que los primeros Reyes Magos nos trajeron muñecos y jugábamos a cuidarlos imitando las rutinas familiares que nuestras madres y abuelas mantenían. 
 
Y, ¿cómo podemos ayudar a nuestra pareja en su recién estrenada paternidad? Esperamos que algunas de estas sugerencias te ayuden en este empeño: 
 
Confía en él y demuéstraselo. Si todas las noches eres tú la que acuna al bebé hasta que se duerme, porque tienes asumido que eres quien mejor sabe hacerlo, les estás quitando tanto al bebé como a su papá la posibilidad de esta experiencia. Quizás la primera, la segunda y la tercera vez se notará la falta de práctica, pero finalmente encontrará la forma de estrechar a la criatura entre sus brazos, y aprenderá a mecerlo. 
 
No pienses que hay una sola manera de hacer bien las cosas. Muéstrale, dale a conocer las tareas que son necesarias. Infórmale de las herramientas que tiene a su alcance para realizarlas y respeta su forma personal de llevarlas a cabo. Hombres y mujeres no somos iguales, pero con la presencia y las actitudes propias de tu pareja se enriquece el mundo del niño, porque le aporta otros puntos de vista. 
 
Trata de compartir y complementar las actividades dentro del hogar y en relación con los niños.Partir de la base de unas "normas de conducta" con las que ambos estén de acuerdo y hacerse "cómplices" al momento de conseguir que los niños se adapten a esas disciplinas. No es bueno que sea siempre el padre o la madre quien se encargue de las tareas más "problemáticas", como recoger los juguetes, ect… y al otro le toquen las partes más lúdicas como salir de paseo. Ayúdale a involucrarse como padre en todas las facetas de la educación de sus hijos. 
 
Hazle comprender que ser padre requiere tiempo y dedicación. Los horarios laborales nos marcan las rutinas y obligaciones tanto a hombres como a mujeres pero hemos de ser conscientes también del tiempo que necesita nuestra familia. Ejercer de padre requiere organización además de buenas intenciones. Enséñale al nuevo papá algo que nosotras sabemos casi intuitivamente: el concepto del tiempo en los niños no es el mismo que en los adultos y presionar a los niños para que se adapten a nuestro ritmo de vida les producirá ansiedad. 
 
Anímale a que exprese sus sentimientos. Explícale los buenos resultados que puede dar un abrazo sincero al momento de confortar a un niño temeroso, en vez de sesudas explicaciones intelectuales. Todas las formas de comunicación tienen su valor y su tiempo, pero recuerda que los hombres están menos acostumbrados a las demostraciones de afecto y suelen necesitar un empujoncito para vencer sus resistencias en este terreno. 
 
Habla a menudo con tu pareja de lo mucho que se aprende con los niños. Los hijos nos ayudan a descubrir, mientras los educamos, nuevas facetas de nuestra personalidad y también colaboran en hacernos ver la vida de forma distinta. A veces los papás llegan a su nuevo rol principalmente asumiéndolo como una obligación y nosotras podemos colaborar en que descubran lo antes posible, el disfrute y el enriquecimiento que supone ser padres.