Seguridad alimentaria e higiene en la cocina

30.07.2012 15:07

 

 

Seguridad alimentaria e higiene en la cocina (Parte I)

Un estudio realizado de la higiene en la cocina y la divulgación de su influencia en la salud y el bienestar de las personas, reveló que más de la mitad de los encuestados (de una muestra de 500 personas), admitieron estar desinformados sobre seguridad alimentaria e higiene en la cocina. 

Para el efecto, el Instituto montó un stand en la feria Fisalud 2007, donde reprodujo una cocina doméstica, resaltando los puntos críticos, es decir, los principales focos de infección que puede haber en una cocina.

Los puntos críticos que más llamaron la atención fueron el tirador de la nevera, del congelador y de los armarios, así como el fregadero.

Aproximadamente un 25% de los encuestados reconoció no haberlos considerado como un foco de infección y, en consecuencia, haber descuidado su limpieza. 

Sólo un 13% de la muestra, en cambio, consideró primordial prestar una especial atención al chequeo diario de la nevera y el congelador. Este mantenimiento se traduce en la organización del interior de la nevera, pero también en la correcta regulación de la temperatura y en el control de los procesos de congelación y descongelación.

Un porcentaje algo inferior de la muestra quedó asombrado por la facilidad de acumulación de microorganismos nocivos para la salud que puede darse en el fregadero.

 

 

Seguridad alimentaria e higiene en la cocina (Parte II)

Las mamás, principales formadoras de los hábitos de higiene en la cocina

Las enseñanzas maternas y la observación en el hogar familiar se confirman como los principales responsables de la divulgación de unos correctos hábitos de higiene en la cocina. Un 75% de los encuestados reconoce haber ido conformando estos hábitos a través de la observación en el hogar familiar y la posterior imitación.

Por otro lado, el 39% de la muestra admitió recurrir a otras fuentes para informarse sobre este tema, como programas de televisión, prensa, revistas, conversaciones pero, sobre todo, a través de cursos divulgativos específicos en la materia. Sólo el 19% restante se definió como “autodidacta”. 

Prevención en beneficio de la salud

Dos términos prioritarios en cuestión de higiene y sanidad como son “salud” y, sobre todo, “prevención”, sonaron con fuerza entre los encuestados. Todos estuvieron de acuerdo en que la higiene en la cocina es importante para la salud de toda la familia y que se basa en la prevención, es decir, en tomar las medidas adecuadas para evitar que se produzcan toxiinfecciones alimentarias. 

Más concretamente, se destacó la importancia de higienizar y cambiar a diario los paños de cocina o de sustituir su uso por el del papel desechable, así como de mantener el área de residuos bien ventilada y alejada del resto de zonas de la cocina. 

En cuanto a la información que disponen los consumidores sobre los riesgos existentes en la cocina, se registró un empate. El 47% consideró carecer de suficiente información al respecto, mientras que el 43% cree que sí está bien informado sobre esta cuestión, así como sobre higiene y seguridad alimentaria.